Mi técnica pomodoro
Agosto 5, 2021
En el último post del blog hablé del tiempo como un recurso no renovable y como tal, es imprescindible que tengamos consciencia del uso que le damos. Unido a esta idea el otro día en un podcast escuché lo siguiente:
El tiempo es vida y la vida son decisiones.
Y fue sentir que la otra persona estaba dándole al tiempo el lugar que merece. Sentí una resonancia muy poderosa con esta afirmación. Seguí dándole vueltas, sintiéndola, haciéndola mía.
Era el broche que venía a cerrar una semana en la que me cancelaron varias citas, tanto personales como laborales y de alguna manera mi estado emocional seguro que me hizo estar más atenta a esta afirmación.
El tiempo es el único recurso que tenemos todos los seres humanos por igual y ninguno de nosotros sabe cuándo se terminará. Está en nuestras manos usarlo a favor de nuestra felicidad y de poner los límites para que no se nos vaya entre los dedos.
Uf!
Y fue sentir que la otra persona estaba dándole al tiempo el lugar que merece. Sentí una resonancia muy poderosa con esta afirmación. Seguí dándole vueltas, sintiéndola, haciéndola mía.
Era el broche que venía a cerrar una semana en la que me cancelaron varias citas, tanto personales como laborales y de alguna manera mi estado emocional seguro que me hizo estar más atenta a esta afirmación.
El tiempo es el único recurso que tenemos todos los seres humanos por igual y ninguno de nosotros sabe cuándo se terminará. Está en nuestras manos usarlo a favor de nuestra felicidad y de poner los límites para que no se nos vaya entre los dedos.
Las dos caras de la moneda
Primero cuando somos nosotros los que utilizamos el tiempo de otra persona y segundo cuando permitimos que otras personas utilicen nuestro tiempo.En relación a este segundo punto, por supuesto que no podemos controlar imprevistos, o acciones de otras personas, sin embargo, si podemos hacer peticiones, esto a veces es desafiante porque no todas las personas valoran el tiempo como podemos hacerlo nosotros en esta comunidad, y tenemos que tener claro este punto.
En la primera cara de la moneda, cada vez que utilizamos el tiempo de otra persona sin ser conscientes de que es un bien valioso entonces estamos faltando al amor. Pueden decir que soy algo drástica, y quizás si lo soy. Quiero darle la importancia de la premisa anterior: El tiempo es vida. Que no se nos olvide que es un recurso valioso y limitado.
De alguna manera en la actualidad donde tenemos tantos estímulos y el desafío está en saber dónde poner el foco, la energía y el tiempo; contribuir a no entorpecer esto en las personas que queremos me parece fundamental como una forma de bienestar social.
Cada día nuestro tiempo vale más, porque cada vez nos queda menos.
Respetar el tiempo de quienes amamos es respetar su vida, es respetar el espacio que ellos se toman para ser felices y si deciden compartirlo con nosotros entonces qué alegría será formar parte de ese tiempo, de esa vida, de esas prioridades.
En el otro lado de la moneda, cada vez que permitimos que otras personas hagan uso de nuestro tiempo estamos faltando de amor a nosotros mismos. Y por eso son tan importantes las peticiones de las que hablo más arriba.
Veamos algunos ejemplos de lo que quiero decir, puede ser que lo hagamos nosotros o nos suceda generado por otra persona:
Cada vez que somos impuntuales
Cada vez que iniciamos una conversación y decidimos unilateralmente abandonarla
Cada vez que decidimos no llegar a una cita (y no avisamos)
Cada vez que llamamos por teléfono a una persona y no le preguntamos si dispone del tiempo para ello
Cada vez que ponemos reuniones cerca del horario de salida del trabajo o en horario de almuerzo
Cada vez que tranzamos el tiempo de descanso
Y estos son sólo algunos ejemplos estoy segura que hay muchos más.
Veamos algunos ejemplos de lo que quiero decir, puede ser que lo hagamos nosotros o nos suceda generado por otra persona:
Y estos son sólo algunos ejemplos estoy segura que hay muchos más.
Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es respetarte a ti mismo. Sólo por eso, sólo por el propio respeto que te tengas, inspirarás a los otros a respetarte.
Para mi la forma de hacer peticiones se enmarcan en la técnica de los 3 strikes, que te muestro a continuación:
Técnica de los 3 strikes
Cuando hay algo que me incomoda observo, activo mi sensibilidad y pongo en perspectiva. Podemos aplicar este paso no sólo a temas relacionados con el tiempo, tomando los mismos ejemplos que enumeré más arriba, en realidad es a cualquier punto que nos incomode dentro de una relación. Si la actitud, situación se repite entonces aplicamos el primer strike.
Consiste en decirle al otro que esa actitud o situación en particular nos incomoda. Es una conversación relajada y firme. Es meramente informativa, dentro nuestro sabemos que se aplica el primer strike una vez realizada la conversación. Aun no estamos hablando de peticiones.
Aquí es muy importante ser más formal, pedir un tiempo de conversación y hacer una petición, expresar lo sucedido anteriormente (en el primer strike), comunicar la forma en que nos estamos sintiendo al respecto y pedir que encuentre una solución en conjunto. Habitualmente es en este paso donde nos encontramos con resistencias, una recomendación extra es ser fiel a lo que estamos sintiendo.
Es una toma de decisión. Puedes o no informarla, por lo general yo la informo y no siempre ha salido bien, por eso es muy importante que en el paso anterior sientas seguridad de lo que estas sintiendo y lo tengas muy presente en tu corazón.
La decisión puede ser:
1. Seguir alimentando la relación con la misma intensidad y compromiso.
2. Alejarse, dejando que las cosas se enfríen (ojo que no estoy hablando de desaparecer).
3. Conversar una vez más de manera más enfática y poniendo límites.
4. Cortar el vínculo y alejarse de una vez desapareciendo de la vida de la otra persona, puedes o no conversar este último punto.
2. Alejarse, dejando que las cosas se enfríen (ojo que no estoy hablando de desaparecer).
3. Conversar una vez más de manera más enfática y poniendo límites.
4. Cortar el vínculo y alejarse de una vez desapareciendo de la vida de la otra persona, puedes o no conversar este último punto.
Todos somos distintos
Es cierto que cada persona valora distintos aspectos en sus vidas y que el tiempo no siempre es el centro de las obsesiones, (como lo es para mí). Sin embargo, no podemos negar que la relación que tenemos con este concepto puede incrementar nuestro nivel de frustración o felicidad diaria.
Estar alineados con las cosas que para nosotros son importantes es clave tanto para las relaciones con quienes amamos como para nuestra relación con nosotros mismos. Quizás a ti no te molesta la impuntualidad y forma parte de tu vida de manera “relajada” sin embargo te invito a no perder de vista que en algún momento pueden pedirte que la integres en tu vida en algún vínculo específico. No estamos exentos de peticiones por parte de quienes amamos.
Dentro de la diversidad está la riqueza de las relaciones y los vínculos, lo que quiero enfatizar es que poner atención a cuidar este recursos (el tiempo) te permitirá tener foco en aquellas cosas que quieres y disfrutas hacer.
La importancia de la presencia
Para terminar esta reflexión quiero compartirte un extracto del libro El arte de vivir con sencillez; del autor: Shunmyo Masuno donde el énfasis está en que estemos enfocados en nutrir con respeto y profunda honra cada encuentro con el otro. Es una hermosa forma de celebrar el tiempo compartido y de fortalecer relaciones en base al amor que sentimos por la vida, (la vida que es tiempo).
Concéntrate en un único encuentro
Parece que en la actualidad las personas solo están interesadas en las relaciones superficiales. Cuanto más amplio sea el abanico de conocidos, mejor. Tener una red de contactos es clave. En el mundo de los negocios, qué duda cabe que eso reviste una gran importancia.En la vida personal, sin embargo, no es importante contar con un círculo reducido. Yo mismo no espero conocer a mucha gente en quien poder confiar. Es más enriquecedor construir una relación de peso que amasar un centenar de contactos insustanciales. Al menos, en mi humilde opinión.
Hay un dicho que procede del zen: ichi-go ichi-e, que puede traducirse como: “Solo pasa una vez en la vida”. El dicho significa que deberíamos atesorar todos y cada uno de los encuentros que vivimos, porque podría ser que sólo tengamos ocasión de conocer a una persona una sola vez en la vida.
No estoy diciendo que debamos aumentar nuestro número de encuentros o que hayamos de tener más amigos. Tu céntrate en un único encuentro, y a partir de ahí construye una relación significativa. No importa el número de contactos que se hagan; lo único que importa es que la relación sea profunda.
El tiempo es la divisa de tu vida. Es la única divisa que tienes, y solo tú puedes determinar cómo será gastada. Sé cuidadoso y no permitas que otras personas la gasten por ti
