Organización como un acto de autocuidado
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Mi técnica pomodoro
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Deseos en medio de la incertidumbre
Dentro del contexto que significa hacer un balance anual, ya sea personal, laboral o familiar una de las primeras cosas que hago es pasar a porcentaje los avances de los propósitos que me planteé el año o el periodo a evaluar.
Con gran sorpresa me di cuenta que de los 3 propósitos planteados el 2020: uno de ellos se logró con creces, el segundo se logró en un 100% y el tercero sólo en un 85%.
Para mí, una autoexigente en rehabilitación, estos números son más que excelentes, estoy contenta y un poco sorprendida porque ya sabemos que el 2020 fue un poco desafiante y a muchos les cambió todos los planes.
Trabajar en mi emprendimiento
200%
todos los días
De lunes a viernes siempre más de una tarea que impulsara mi emprendimiento hacia donde deseo. Estoy muy orgullosa de los números logrados al final del año a pesar de la pandemia
Conectar con el movimiento físico
85%
3 veces a la semana
El propósito más desafiante, una jaqueca persistente por 3 semanas y la desmotivación propia del encierro en cuarentena mermaron lograr este propósito con el éxito que me habría gustado, aun así me siento contenta de que el resultado subiera de un año a otro en casi 35puntos!
Darle visibilidad a mi quehacer
100%
todos los días
Estoy contenta de haber llegado a dar dos charlas en la Universidad Autónoma de México, trabajar en colaboración con una psicóloga que admiro, ella en Argentina y yo aquí en Chile y haber participado en lives y entrevistas con personas que conocieron recientemente mi trabajo
El mundo entero –literalmente hablando- tuvo que adecuarse a una nueva forma de interactuar y de vivir, y dos de mis metas tenían que ver con modos de vivir, por lo tanto, el suelo donde estaba plantando cambió por completo.
Hubo algunas cosas que no funcionaron como esperaba, incluso tuve imprevistos que me obligaron a parar (incluso en esos días hice algo por mi propósito: recalibrar), tuve muchas frustraciones! Y me di cuenta que a medida que las cosas no salían como yo esperaba la cuarentena se seguía alargando y yo necesitaba cambiar de aire. No todo es color de rosas, nunca lo es, aprendí mucho este año y ese aprendizaje es principalmente a cinco cosas que mantuve todo el año.
Quiero compartir contigo esas 5 cosas que hice todo el año y que me permitieron lograr estos números, también quiero decirte que a veces lo que le funciona a una persona no le funcionará a otra y también puede ser que no funcionen en este momento de tu vida, pero si en unos meses o años más, así que no descartes intentar algo que no te funcionó en otro momento de tu vida.
Hubo algunas cosas que no funcionaron como esperaba, incluso tuve imprevistos que me obligaron a parar (incluso en esos días hice algo por mi propósito: recalibrar), tuve muchas frustraciones! Y me di cuenta que a medida que las cosas no salían como yo esperaba la cuarentena se seguía alargando y yo necesitaba cambiar de aire. No todo es color de rosas, nunca lo es, aprendí mucho este año y ese aprendizaje es principalmente a cinco cosas que mantuve todo el año.
Quiero compartir contigo esas 5 cosas que hice todo el año y que me permitieron lograr estos números, también quiero decirte que a veces lo que le funciona a una persona no le funcionará a otra y también puede ser que no funcionen en este momento de tu vida, pero si en unos meses o años más, así que no descartes intentar algo que no te funcionó en otro momento de tu vida.
Las 5 cosas que estuvieron presentes cada día del 2020 fueron:
1
Estuve acompañada
2
Foco
3
Lectura
4
Un paso cada día
5
Confiar
Vamos por partes.
PRIMERO: ¿qué significa exactamente estar acompañada? Para mí significa dos cosas, tener a un coach o mentor que me guíe o acompañe, que me haga las preguntas incómodas, que me empuje a conocerme más y que entienda mis ritmos y mi energía (esto es un no negociable), a mí me acompañó mi querida Andrea (Aquí está su Instagram). Y por otro lado significa generar un entorno, o moverme en un entorno que promueva mi trabajo interior para lograr lo que quiero. Si por ejemplo mi propósito es comer de manera más saludable y me rodeo de personas que disfrutan de la vida social nocturna en los foodtracks difícilmente lograré mi meta, porque, aunque parece obvio: la fuerza de voluntad no es suficiente.
SEGUNDO: El foco, la definición de la RAE es: “Lugar real o imaginario en que está como reconcentrado algo con toda su fuerza y eficacia, y desde el cual se propaga o ejerce influencia”. Mantuve todo el año mi plan de acción cerca, cada viernes al planificar mi semana lo leí, y conecté con él. Una pregunta indispensable y frecuente que me hice y que mi coach me hizo fue: ¿esto que te propusiste sigue siendo un deseo? ¿Es un deseo propio? Aunque el contexto ha cambiado ¿Aún quieres este modo de vida? Y por último una pregunta clave es: ¿Sigues dispuesta a pagar el precio? –Porque mi gente linda, todo en esta vida tiene un precio- De esta manera me aseguré que estaba en el punto desde donde ejercía la influencia en mi propia vida. Y esto es muy, pero muy, poderoso.
TERCERO: Me informé, para mí la lectura es el medio que más me gusta para estudiar, aprender y profundizar, fue en libros, artículos y cursos donde estuve metida como ratón de biblioteca aprendiendo sobre las cosas que me pasan, por ejemplo una de mis grandes dificultades es que me canso con facilidad, un cansancio físico que me recuerda que no puedo correr todo el tiempo, y entonces averigüé, descansé, estudié, hice registros y hoy tengo más claridad de lo que me pasa, de cuándo me pasa, por qué me pasa y qué debo hacer para manejarlo. Estudio y lectura para mi es la 3era clave.
A través del estudio pude hacer ajustes, probar cosas nuevas, intentar otras formas de hacer las cosas y así saber qué es lo que me funciona y que cosas no suman. Creo firmemente en que nunca debemos dejar de estudiar, ya sea a través de libros, videos, cursos, para mí es un motor de vida.
CUARTO: ¡No basta con que nos quedemos con la teoría, acción es la palabra! O como mi comunidad me conoce: “Alinear el culo con el propósito”. Hubo días en que tuve que parar, o que los pasos eran muy pequeños y otros días los pasos fueron gigantes. Hubo semanas que tuve que tranzar algunas cosas, pero otras semanas di mi 200% para conseguir eso que quiero. Aquí es muy importante que me detenga: CONSEGUIR LO QUE QUIERO. Eso es, lo que YO quiero, no es algo que haga por otros o que me obliguen, es algo mío.
Cada vez que di un paso, que accioné pasaron cosas, a veces de mi agrado, otras no tanto, entonces uno de los mayores logros del 2020 fue que me senté a analizar lo que iba pasando, y además sentir-me con esos resultados, y entonces como dice una querida amiga recalibrar el GPS.
QUINTO y último: lo más complejo, CONFIAR. Por suerte tengo un entorno que me lo recuerda a diario y además yo colaboro poniendo afirmaciones positivas que me lo recuerdan también.
Confiar es un trabajo, no llega a uno por toque divino, cada vez que no resultó algo hubo que confiar, aprender y volver al foco, volver al centro.
Me ayudó mucho esta lógica:
Me sirvió mucho esta lógica
Si lo que quiero es realmente mío, si trabajo a diario para conseguirlo, estudio y aprendo de cada resultado dado, y me rodeo de un entorno que promueve mi propósito entonces parte del trabajo espiritual que hay que hacer es soltar y confiar.
En este espacio voy dejando mis aprendizajes, y uno de los más grandes que me dejó el 2020 fue que podemos avanzar hacia lo que queremos y que, aunque no lo logremos rápida o inmediatamente lo importante es perseverar, hacer el trabajo diario. Nunca dejar de indagar en nuestra alineación y confiar a diario, sobre todo cuando la cosa no es del color que deseamos. Para eso siempre busca la mano de quien te lo recuerde con amor.
